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Por los senderos de la investigación histórica

Por los senderos de la investigación histórica

Por: Jeidi Suárez García

Asiduo lector, amante de la Biología, la Historia y el magisterio, el Doctor en Ciencias Luis Ernesto Martínez González encuentra respuesta a sus inquietudes intelectuales en el placer de investigar.

Pero en esa constante superación, el bolondronense halla también el aplauso de quienes lo reconocen merecedor del Premio Provincial de Historia Antonio José Valdés 2021.

“Este premio tiene un significado especial. Cuando la profesora Juana Ortiz, presidenta de la Unión de Historiadores de Cuba en la provincia, me llamó para comunicármelo realmente me sentí muy honrado, muy emocionado. Pensé en todos aquellos profesores del Pedagógico, compañeros míos, algunos de ellos ya fallecidos que habían recibido antes este premio”, confiesa.

“A su vez es como si de cierta forma igualara mi modesta labor, a esas grandes personas que yo siempre admiré como Juan Francisco González, director del Museo Palacio de Junco e historiador de la ciudad; Jesús Fonte, José Ramón González y Raúl Ruiz, todos profesores del Pedagógico ya fallecidos”.

Martínez González se refiere además a otros que afortunadamente todavía viven y que también valora como historiadores, por su constancia y sistematicidad. Habla del Doctor Arnaldo Jiménez de la Cal, a quien debe “tantas cosas buenas y otros que han hecho de la investigación histórica una escuela aquí en Matanzas, por todo lo que han aportado al conocimiento del pasado”, agrega.

-¿Qué lo motivó a inclinarse por la investigación?

“Desde muy pequeño me gustó mucho la Historia, pero también la Biología y esa última fue la carrera que estudié en el Pedagógico. Pero como profesor de Biología mis intereses investigativos han estado dirigidos a la Historia, a la de Matanzas en algunos casos, pero sobre todo a la Historia de la ciencia, la Biología, la obra de José Martí, la educación; y en ese sentido han sido las investigaciones que he desarrollado, los trabajos que he publicado, las tesis que he tutorado”.

Profesor titular de la Universidad de Matanzas, en la que además de los numerosos cursos impartidos se ha desempeñado como panelista y conferencista, el destacado investigador reconoce cuánto le aporta su intercambio con los estudiantes.

“Todo el que quiera dedicarse a ello debe leer mucho y eso va aparejado constante intercambio con los estudiantes en la Universidad, la preparación para responder las preguntas que ellos hacen. De ahí que sea imprescindible aprovechar todas las oportunidades para estudiar y aprender a partir de los libros, revistas, noticias, Internet, otro vehículo importante para profundizar en los conocimientos que el docente debe impartir y ofrecer a los demás”.

“En estos 26 años de trabajo he percibido que los alumnos son capaces de reconocer cuando un profesor está bien preparado, y eso es lo que más ellos luego recuerdan. Ahora rememoro aquella época de preuniversitario en Jagüey Grande y pienso en mi profesora Flora Méndez, lamentablemente fallecida. Era muy reconocida pues tenía un saber muy amplio de la historia y lo sabía comunicar muy bien. Los maestros así nunca se olvidan, porque tienen conocimiento, lo logran transmitir y cuando desconocen algo lo reconocen, indagan y después ofrecen la respuesta que el estudiante necesita”.

A su participación en más de 150 eventos científicos de carácter nacional e internacional, así como la socialización de sus resultados en diversas publicaciones dentro y fuera del país, se suman sus dos años de misión internacionalista en la hermana República Bolivariana de Venezuela. Sobre sus experiencias comenta:

“Tuve la oportunidad de permanecer la mayor parte del tiempo en Caracas, por lo que pude estar en muchos lugares importantes de la historia de ese país y de Cuba. Pude visitar la casa José Martí, edificio que antes fuera el colegio donde el Apóstol laboró durante los seis meses que estuvo en Venezuela; ver la estatua de Bolívar, el campo de Carabobo…

“Recorrí el Camino de los Españoles que va desde la ciudad de Caracas hasta La Guaira por encima de la montaña, por donde Martí anduvo en aquella época cuando no había aeropuerto, ni carreteras. Eso fue durante los primeros días de enero del año 2010 y fue muy importante conocer de primera mano esa historia, esas vivencias que uno las lee en los libros, pero no es lo mismo vivirlas”.

-¿Sueños por cumplir?

“Todo el que se dedica a esta función tiene muchas cosas siempre guardadas, estudios por publicar, por dar a conocer. Todavía existen temas de investigación que quisiera tutorar junto a mi esposa, pues ella siempre me acompaña en todos estos menesteres de la investigación histórica”, afirma.

“Y quisiéramos tener mucho más tiempo para seguir investigando, seguir profundizando y seguir formando profesionales, que es en definitiva a lo que nos hemos dedicado en nuestra vida”.

Mientras tanto, el Doctor Luis Ernesto Martínez estudia, indaga, se esmera en el afán de disipar dudas y plasmar su huella en cada proyecto, huellas que ya marcan el camino de quienes valoran y agradecen su sapiencia. #Radio26 #Matanzas #TodaLaRadioAquí