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Taller Pablo Neruda. XXV años de formación, escritura y promoción literaria.

Taller Pablo Neruda. XXV años de formación, escritura y promoción literaria.

Redacción y fotografía: Dr. C. Carlos Chacón Zaldívar/ Coordinador del Taller Pablo Neruda

Recordar no es solamente volver a vivir, sino trazar esa línea imaginaria que le permitió a Antonio Machado expresar “caminante, no hay caminos, se hace camino al andar”, y por esa huella de resistencia y poesía hemos marchado estos veinticinco años de quehacer cultural.

Aquellos meses del curso 1996-97 mantienen un espacio especial en mi memoria, así retomar las clases en la Atenas de Cuba, constituyó una vía para entender la vida literaria de la ciudad y lograr el necesario intercambio con sus principales actores, en momentos en que el país vivía aún los tiempos del periodo especial.

Reavivar las páginas del Boletín Literario Puente editado por Carlos Manuel Deus, en un contexto emergente pronto fue el impulso para cohesionar un grupo inicial de estudiantes y docentes con inquietudes literarias, cuyo nombre desde los primeros momentos fue Pablo Neruda, poeta chileno que había visitado las arenas de Varadero y que se convirtió en el Premio Nobel de Literatura más cercano a la Revolución.

En los primeros diez años de labor, por constatar un espacio propicio para identificar tropiezos pero también logros, constituye un periodo significativo. Así en ese devenir ocurrieron sucesos culturales que marcaron el despegue inicial. Debo mencionar aquí la organización del 1er Coloquio Internacional sobre la poesía de Carilda Oliver Labra, que trajo la presencia del Dr. Salvador Bueno, director de la Academia Cubana de la Lengua Española y a notables poetas y estudiosos de la literatura de España, México, Venezuela y Argentina.

Muchas fueron las experiencias, luego el inicio de los Encuentros Internacionales de Poetas Improvisadores Indio Naborí entre 2000 y 2004 enriquecieron la manera de concebir el hecho literario. En particular, la intervención en las actividades por el Bicentenario de José María Heredia en 2003 y la impartición de un taller en la Universidad Autónoma del Estado de México sistematizaron las vías más eficaces para atender las inquietudes de los estudiantes, cuyas prioridades están generalmente en el área docente.

La fundación del espacio promocional Jueves con la Poesía en diciembre de 2004 con la ayuda del Centro de Información de la Universidad, significó poder socializar mejor los hábitos de lectura y las acciones literarias en ocasión del tránsito por Matanzas de la Feria Internacional de Libro, y dentro de las celebraciones anuales del Festival Universitario del Libro y la Lectura, cuyas ediciones hemos apoyado en ambas sedes del campus universitario.

La divulgación de las actividades del Taller por los medios de información y por los soportes de comunicación incluida la Radio Universitaria, fomentó por estos años el crecimiento del público interesado en la lectura y la escritura.

Tales visiones y experiencias se enriquecieron a partir de los intercambios con el biógrafo del poeta chileno, quien acogió con entusiasmo el proyecto:

Me regocija saber de su noble actividad en el “Taller de Creación Literaria Pablo Neruda”. Plenamente de acuerdo con la iniciativa y objetivos de la obra.

Como veo, la institución ya ha cumplido una linda década, signo de longevidad, persistencia y profundo interés, digno de Matanzas, de la Cuba creadora y amante de los mejores valores. Me encantaría visitar la Universidad y departir con ustedes. He suspendido por un tiempo los viajes. Cuando me autoricen su reanudación, me gustaría darme ese placer. (Teitelboim, 2006).

Este e-mail de Volodia Teitelboim y sus numerosos consejos siempre han alumbrado tanto el camino de la formación, como la promoción de los jóvenes talentos.

Las experiencias y vivencias del Taller se enriquecieron con la visita en 2006 del narrador y Premio Nacional de Literatura Eduardo Heras León, quien compartió interesantes clases sobre cómo conformar un libro, a partir de su escritura de Los pasos en la hierba, reeditado en esos años.

Por otro lado, se establecieron relaciones de trabajo con el Centro Toluqueño de Escritores y accedimos a diversas convocatorias de tan importante centro cultural mexicano. Así en ocasión del 170 aniversario de la muerte de José María Heredia convocamos junto al Comité Provincial de la UNEAC el Encuentro del Cuento Brevísimo Matanzas 2009 y su concurso La Malva azul en narrativa, como parte del IX Festival Internacional del Cuento Brevísimo Los mil y un insomnios, que abarcó a diversas ciudades del continente.

En el año 2013 convocamos al 1er Festival de Literatura Universidad de Matanzas a nivel nacional, la cita colocó al Taller y a sus integrantes en un sitio de legitimación que despertó el interés y las expectativas de algunas universidades. Así tuvimos delegados de la provincia Sancti Spíritus, Las Tunas, Holguín y la Habana. El Pablo Neruda impactó por la calidad de sus trabajos literarios y por los intercambios sostenidos con Ediciones Matanzas y Ediciones Vigía, pertenecientes al Centro Provincial del Libro y la Literatura.

La presencia en la Universidad de figuras relevantes de la Literatura matancera, así como de algunos Premios Nacionales de Literatura, cimentaron ese prestigio que llega hasta el presente. Cabe recordar la afluencia de público con las presentaciones y lecturas de Daniel Chavarría, Carilda Oliver Labra, Eduardo Heras León, Jesús Orta Ruiz, Roberto Fernández Retamar, César López, Rogelio Martínez Furé, Lina de Feria y Reynaldo González.

Es evidente, que en la organización de los eventos el Departamento de Extensión Universitaria primero y después denominado Actividades Extracurriculares, jugaron un papel central en el apoyo y logística de los mismos, junto a los órganos directivos de la Universidad, el Departamento de Comunicación Institucional, la Cátedra de Estudios sobre la Décima y la Cátedra de Lectura y Escritura, cuyos integrantes han propuesto actividades y siempre han colaborado con entusiasmo. Debemos reconocer el apoyo de la UNEAC y del Centro Provincial de Casas de Cultura y sus especialistas de Literatura.

Los resultados culturales y la calidad literaria en ascenso, que han mostrado los talleristas son evidentes en los Festivales Nacionales, Provinciales y a nivel de Universidad. Deben destacarse la cantidad y calidad de los Premios de Oro y Plata alcanzados por la delegación matancera en 2016, 2017 y 2018. Es notorio apuntar que, el entrenamiento y la revisión sistemática de las obras a presentar han convertido a la Universidad en una plaza fuerte a tener en cuenta en el desarrollo de los Encuentros Debates de Talleres Literarios a nivel de los municipios y la provincia.

Es importante enfatizar, que la actualización de los objetivos, las acciones y metas a alcanzar como organización cultural, tuvieron nuevas implicaciones al convertirse en un Proyecto Socioartístico, cuya trayectoria permitió rebasar la idea tradicional de un taller. Es entonces, cuando la visión científica de los procesos va determinando poco a poco otra manera de visualizar el quehacer del Pablo Neruda.

En esa labor científica que ha permitido un accionar diferente ante el contexto sociocultural, la membresía también ha desplegado un importante actuar como implicado principal en los más diversos cambios, sin embargo no es hasta ésta última etapa en que determinados estudiantes comienzan a incorporar sus análisis científicos y sus propuestas en torno a la necesidad de poseer una infraestructura mínima (ordenador, impresora, cámara de video y fotografía), disponer de un presupuesto inicial, así como el empleo urgente de las nuevas tecnologías y las redes sociales, a fin de socializar la producción literaria, pero también crear productos culturales de reconocida calidad artística y cultural.

Es innegable que el Taller de Creación Literaria Pablo Neruda ha promovido un grupo de estudiantes y egresados, cuyos intereses literarios han rebasado también el espacio del Movimiento de Aficionados, para convertirse en parte de la vanguardia artística que acoge la Asociación Hermanos Saíz. Tal resultado no es nada sorpresivo, es parte de las mejores metas que viene trazándose este proyecto y que ya alcanza logros relevantes. Es indiscutible, que en el centro de este proceso legitimador siempre estará la Universidad, aunque algunos docentes no comprendan la validez de esta Institución como parte de las fortalezas culturales que ahora mismo, marcan una presencia e influencia de la cultura universitaria en la vida cultural matancera.

En este movimiento de la vanguardia, cabría situar dos grupos según el contexto sociocultural en que produjeron sus respectivas creaciones: un conjunto inicial en que se encuentran Michel Diéguez, Pedro Romero, Dianelys Pérez Pujol, Ramón Fundora, Orismay Hernández, Yeilén Delgado, Melissa Cabrera, Karel Bofill Bahamonde y  Raúl Piad Ríos. Bofill Bahamonde alcanzó Premio de Oro en poesía y narrativa, además de ser seleccionado el Premio más integral por la calidad de toda la obra presentada en el Festival Nacional 2009. Es notorio que estos últimos creadores hayan alcanzado una decena de reconocimientos literarios, en los cuales se destaca el Premio David que la UNEAC concede a los talentos más destacados, Karell Bofill lo obtiene en el género de poesía 2010 y Piad Ríos en Ciencia Ficción en 2017.

Luego aparece un grupo que poco a poco se viene imponiendo en los escenarios más complejos de la vida literaria, pero también con resultados positivos. En este grupo más cercano en el tiempo se identifican, Lianet Fundora Armas, Jeidi Suárez García, Yenli Lemus Domínguez, Tania Gómez Barrios, Brian P. González Lleonart, Náthaly Hernández Chávez, Guillermo Carmona Rodríguez y Boris Luis Alonso. Muchos de ellos ya con libros publicados en Ediciones Aldabón y en Ediciones Matanzas.

No se trata de identificar una trayectoria literaria por la cantidad de premios o de libros publicados, lo realmente trascendente es constatar una socialización de la obra producida a través de los eventos literarios que identifican a la Atenas de Cuba y de como vienen conformando una coralidad lectoral que reconoce, admira y comparte los libros publicados, y hasta las novedades que significan determinadas lecturas. En la cultura todo espacio prestigia un determinado quehacer artístico, legitima tanto la Atenas de Cuba como legitima su propia Universidad.

Es tiempo de que la ciencia defina trayectorias, trascendencias y jerarquías en el campo cultural matancero, es tiempo de comprender que la distancia entre aficionados y profesionales de una manifestación artística dada, se acorta de la noche a la mañana cuando hay condiciones propicias para que crezca el talento.

Es una verdad, que cuando la Covid-19 pase a ser un capítulo más de nuestra resistencia y victoria, tendremos que fundar otra normalidad, cuyos constructores serán los jóvenes que hoy dejaron acordes y guitarras, los colores y el barro, la huella fotográfica, la danza con sus ancestros, la página en blanco con el verso de guardia, y se vistieron de blanco y verde para derrotar en la primera línea de combate a la muerte.