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Pifias

Pifias

Por: Yasnier Hinojosa
No recuerdo en la secundaria quién o quiénes en el grupo llevaban la famosa libreta de “las pifias” donde se anotaban todos los dislates que en el habla oral podía cometer cualquier hablante en nuestro radio de acción…Uno por uno íbamos anotando cada gazapo para dar “chucho” al infractor, …nos creíamos más castizos en lengua que el propio Cervantes; infalibles, intocables y perfectos a las distracciones o equivocaciones que puede cometer cualquier orador…un día uno de los profesores descubrió nuestro estúpido entretenimiento… al hojear el cuadernillo descubrió su nombre escrito con pésima caligrafía acompañado de…” hay ciertos palabros que “devemos” evitar en la lengua” , expresión dicha por él… el catedrático solo nos miró con lástima y en el pizarrón se limitó a escribir – “DEBEN estudiar más”. El DEBEN aparecía en mayúscula y subrayado como un pujante recordatorio de que debíamos preocuparnos por mejorar la ortografía…Años después leí en el Diccionario de la Lengua Española, editado y elaborado por la Real Academia Española desde 1780 aparecía que el vocablo palabro del cual nos reíamos es aceptado, hace referencia a una palabra extraña o mal dicha…otra vergüenza para los que nos creíamos dueños del Español.
Recientemente la muy talentosa y joven meteoróloga Aylin Caridad Jústiz Águila, quien disertó e impresionó en sus presentaciones en la TV, fue blanco de la sorna de un grupito de sabedores del idioma; cuando públicamente utilizó, una figura retórica valida en nuestra lengua, un símil, para calificar a la tormenta Elsa como una “tormenta atormentada”, expresión que puede salir del más reyoyo de los cubanos. Como diría el querido Toledo Sande, recibió un escarnio agresivo cultivado por quienes no parecen capaces de reconocer virtudes ajenas, sino que sienten escozor si se les reconoce, y se agarran de la menor viruta para desconocer la calidad de la ebanistería hecha por otras, la que acaso ni de lejos son ellas capaces de hacer, o intentar siquiera…
Al igual que la anécdota con el que inicié mi texto escribo: Hay quienes DEBEN ESTUDIAR MÁS, pues Ailín dejó atormentados a muchos, que no confían en los jóvenes que forma la Revolución.