Cienfuegueros en Universidad de Matanzas
Por: Yasnier Hinojosa
Esta tarde algo extraño y confuso sucedió en los oradores presentes, cual prólogo de Carilda Oliver en uno de sus poemarios- …”las palabras, trémulas, comenzaron a subir sin permiso, hacia la garganta, irremediablemente, desde el sur…” y es que solo del corazón puede emanar tanta termura ….
Allí estaban los recien llegados con el donativo recogido por la hermana universidad, en ellos iba un pueblo entero;- ¡Cienfuegueros, carajo!- me dije
Y yo los miraba y veía en aquellos cubanos a otro sureño en tierra yumurina, al Beny, que en el año 1961 aceptó sin dudar la invitación del líder de la Revolución de brindar su arte en el anfiteatro de Varadero, en un show a los jóvenes que se preparaban para la campaña de alfabetización.
Cuando Fidel le preguntó cuánto iba a cobrar por sus actuaciones el lajero respondió, -“Ya tú estás haciendo bastante por mi pueblo, consigan transporte para mi tribu que todo lo demás corre por mí”-, y allí estuvo jueves, tras jueves mientras duró la etapa de preparación .
-¿ Digan qué más podemos hacer por ustedes?- preguntan e interrupen mis cavilaciones, sin darse cuenta, que con el sencillo gesto de estar y entregar todos aquellos detalles; ya era más que suficiente.
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