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Abel, el poeta escondido

Abel, el poeta escondido

Por: Yasnier Hinojosa / DECOM

Qué lejos estábamos en aquellos años mozos de la poesía? Todo aquel que tuviese un sutil roce con el lirismo o se escabullera dentro libros de poemas de Buesa, Benedetti, Calderón o Neruda, por inmadurez le poníamos en el aula el apelativo de “poeta” y los simpáticos en forma de mofa solíamos recitarle una ignominiosa estrofa con un final nauseabundo.

Ya que tú eres poeta / y en el aire las compones….

Pero poesía es otra cosa y tiene que ver con expresión artística de la belleza a través de la palabra entretejida. Federico García Lorca la definió como: «la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio».

El tropezarme con una noticia que uno de nuestros profesores estará presente en una compilación de poesía Matanzas – Guadalajara que la hermana nación azteca organiza, me llena de orgullo. Entonces, me le acerco para tener detalles.

Abel González Fagundo, trabajador de la Dirección de Informatización de la Universidad de Matanzas tiene una vasta obra literaria, su incursión va más allá de las composiciones poéticas…

¿Sobre qué versa tu obra? ¿Un tema específico? — pero niega con la cabeza, -Todos los problemas existenciales me inspiran-

-Pocos en la comunidad universitaria conocen de tu inclinación por la literatura más bien te asocian al mundo de la informática, ¿vives escondiendo tu arte? –

-No, que va, no me gusta ser una persona mediática, pero un día quizás podamos en la universidad hacer algo.

– ¿Solo poesía?

-No, incursiono en más géneros, la crítica literaria me agrada, de hecho, estoy escribiendo ahora para una revista literaria, también hago cuentos y la novela la tengo aún estancada…pero va un día y sorprendo.

Reviso su trayectoria y descubro que González Fagundo, ostenta varios reconocimientos como el Premio Nacional Rilke, al Joven Poeta (1998), Premio Nacional Rubén Martínez Villena (1998) y otros que trascienden la frontera insular. Su obra está reflejada en numerosas antologías poéticas y entre sus libros están, entre otros, “El sitio de las memorias”, “Golpes de Dios”.  “Extinción” “El Costal de los pecados”, “El terco persistir”.

Lo tengo delante de mí y sopla una suave ráfaga de viento y me recuerdo otra vez del “ya que tú eres poeta …” pero me recuerdo que Abel, sí es un poeta de verdad.