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Experiencia de una profe universitaria en el enfrentamiento a la COVID-19.

Experiencia de una profe universitaria en el enfrentamiento a la COVID-19.

Por: Miladys Moreno Sesé/DECOM

Como parte de las medidas tomadas por las autoridades sanitarias y las máximas autoridades del país para el enfrentamiento de la pandemia global Covid 19, se decidió que en los hospitales militares de cada provincia se atenderán a los pacientes contagiados con dicha enfermedad. A dos meses de diagnosticados los primeros casos en el país, alrededor de 126 confirmados han sido atendidos en el Hospital Militar Dr. Mario Muñoz Monroy de Matanzas.

El vínculo entre empresas e instituciones ha constituido un aspecto esencial en esta batalla; ello garantiza un trabajo mejor organizado y más efectivo. Ante el llamado del Presidente de la república de Cuba, Miguel Díaz Canel Bermúdez, de ejecutar las acciones de forma eficiente, responsable y sin chapucerías, la dirección del Hospital Militar de Matanzas, solicitó a la universidad del territorio un grupo de profesionales para desarrollar determinadas funciones en la instalación.

La demanda recibió respuesta inmediata de la casa de altos estudios. En apoyo al sector de la salud, al gobierno de la provincia y a la población, trabajadores y estudiantes de la Universidad de Matanzas se sumaron al batallón de batas blancas para cumplir con la tarea encomendada, a partir del 13 de abril.

La MSc. María de los Ángeles Sesé Montalvo, profesora de la universidad fue una de las que inició con este vínculo, y se mantiene como actual coordinadora de esta tarea.

– ¿Qué funciones han desarrollado los universitarios durante este periodo de enfrentamiento a la pandemia en el Hospital Militar Dr. Mario Muñoz Monroy? 

La colaboración de la Universidad en el hospital se organizó el trabajo por facultades incluyendo ambas sedes, con un carácter rotativo; es decir, cada dos semanas, trabajadores de una de las facultades se presentarán en la institución de salud para asumir responsabilidades donde sean necesarios.

Iniciamos 3 profesores de la Facultad de Ciencias Técnicas, liderados por la Vicedecana docente Ing. Liz Pérez. Su principal función fue la elaboración de la base datos de los casos positivos a la Covid 19 en la provincia.  Luego se incorporaron 5 profesores más y 1 ATD de la misma facultad con el objetivo de actualizar dicha base de datos, así como crear la de los casos negativos y la de los PCR de los pacientes hospitalizados en el hospital, tanto positivos como sospechosos.

Asimismo, se incorporaron al llamado la Facultad de Educación, seguida de la de Ciencias Sociales y Humanidades, con 12 profesores y 6 estudiantes de las carreras Periodismo y Derecho. Además de la actualización de la base de datos, la representación de la universidad ha apoyado en otras áreas del hospital como en la Central de esterilización, la lavandería y archivo.

No puedo dejar de mencionar que, al unísono de estas funciones, dos representantes de cada facultad actualizan la base de datos del centro de aislamiento ubicado en la Universidad de Matanzas.

Resulta necesario destacar la seriedad y responsabilidad con la que los universitarios hemos asumido esta tarea. En particular, reconocer al profesor Marcelino Rivas de la Facultad de Ciencias Técnicas, quien confeccionó caretas de seguridad para el personal médico y las donó al hospital, con el aporte de la profesora del Departamento de Informática Liana Romero Lovio.

– ¿Pudiera describir una jornada laboral en el Hospital Militar?

Una jornada de 8 horas como la de un trabajador del hospital, entrando a las 7:30am. Cada uno cumple una tarea diferente. En el caso de los que se dedican a trabajar en la base de datos se dirigen al local donde se encuentran los epidemiólogos y técnicos donde recogen las encuestas tanto de los casos positivos como la de los negativos que fueron dados de alta en la jornada anterior, además del resultado de los PCR. Se dirigen hacia el local designado y comienza la actualización de las bases de datos.

En la central de esterilización comienzan empaquetando guantes, posteriormente se incorporan a la realización de torundas, de gasa o algodón.

Siempre cumpliendo en cada puesto con las medidas sanitarias correspondientes que va desde el espacio entre cada uno de los compañeros hasta el lavado frecuente de las manos.

– ¿Qué opina usted de esta experiencia de trabajo en la que dos sectores priorizados de la sociedad estrechan vínculos para combatir la pandemia?

Es una experiencia maravillosa, donde cada uno pone su granito de arena. No se hace notar la diferencia entre un trabajador de la salud y uno de educación. El personal de educación facilita mecanismos más factibles para la recopilación, actualización y conservación de los datos, mientras el de salud realiza valoraciones médicas e investiga el comportamiento de la Covid en la provincia.

Por estos días es muy común ver a un profesor dentro de la sala de aislamiento repartiendo alimentos a los pacientes, cambiando el vestuario, realizando el aseo de los cuartos o fregando. Asimismo, requiriendo a las personas que no guardan en la calle la distancia necesaria o no usan correctamente el nasobuco. En fin, es una tarea que ha requerido la unidad de todos.

– ¿Cómo valora el papel de los estudiantes en esta lucha?

Lo valoro de muy positivo. Esta tarea los va a preparar para su futuro como profesionales. Los va a hacer más responsables, abnegados, sacrificados y sobre todo humanos.

– ¿Qué ha representado para usted asumir esta responsabilidad?

Cumplir con esta tarea de la Revolución ha generado en mí un crecimiento personal y profesional. He aprendido muchísimo sobre el comportamiento de la enfermedad y cómo protegerme del contagio, al igual he incorporado nuevos términos médicos y a llegar a valoraciones generales a partir del estudio de casos.

Valoro más la vida, desde una óptica diferente. Y qué decir de la labor desarrollada por el personal de salud, desde los médicos hasta las auxiliares de servicio, los admiro mucho más.

– ¿A sentido miedo en algún momento?

La palabra hospital en estos momentos suena un poco fuerte, y saber que voy a trabajar precisamente donde se encuentran los casos positivos de la provincia, en un primer momento por supuesto que sentí miedo. Sin embargo, cuando llegué y vi con las excelentes condiciones sanitarias con las que se trabaja allí, la organización y el cumplimiento por parte de los trabajadores de todas las medidas epidemiológicas establecidas, desapareció. Sentí plena confianza y seguridad porque sabía que en todo momento iba a estar protegida.

– ¿Qué consejo trasmitiría a la población matancera teniendo en cuenta la situación actual de la Covid en el territorio?

Que se cuiden, que cumplan con todas las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias; que aun cuando se ha notado un descenso en la cantidad de casos confirmados, no se puede bajar la guardia, ahora menos que nunca. Hay que cuidar y proteger a niños y ancianos; y ser solidarios con quienes lo necesitan. Para salir de esto debemos unirnos, pero esta unión debe ser en ideas, mantenernos en casa es la única alternativa para acabar con la pandemia. Ya tendremos tiempo de darnos el abrazo deseado y el beso merecido.

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