A Maday Peña Pérez es complicado encontrarla mucho tiempo en el mismo sitio. Entre los horarios escolares y sus labores como presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria(FEU) de la casa de altos estudios yumurina, esta joven de 24 años de edad representa la certeza de que el futuro se encuentra en buenas manos.
La alumna de 3er año de la Licenciatura en Derecho recuerda con cariño aquellos días como voluntaria en el Hospital de Campaña de su centro, donde junto a jóvenes y profesores colaboró durante en el pico pandémico en la provincia.
Foto: Cortesía de la entrevistada.
«Era la primera vez dentro de la universidad que me sentía tan útil, que podía hacer algo que realmente ayudara a la población, a mis compañeros y a todas aquellas personas que lo necesitaban. Fueron días complicados, donde el trabajo era intenso y el peligro de un contagio nos hacía temer por nosotros y nuestras familias. Sin embargo, no había nada más bonito que los gestos de agradecimiento de los pacientes», recuerda Maday.
Foto: Cortesía de la entrevistada.
Pesquisas y trabajos productivos fueron otras de las tareas que asumió la futura jurista. Sin embargo, el cuidado y control de las colas en tiendas distribuidoras de artículos de primera necesidad significó una de las tareas más rigurosas para ella.
«Pasábamos los días en las colas desde antes que llegaran los productos y hasta que se agotaban. Era complicado, pues había que lidiar con un volumen grande de personas que por necesidad tenían que realizar su compra, pero a la vez también estaban los coleros y revendedores para aprovecharse de aquella situación. Hoy esa tarea aún me da alegrías, pues todavía los vecinos me preguntan cuándo viene el aceite o el picadillo.»
Como líder estudiantil Maday entiende la importancia del protagonismo de la juventud cubana en la sociedad y cuánto pueden aportar al pueblo.
«Nosotros somos el relevo de los obreros, de los ingenieros, de los licenciados, de los maestros. Somos aquellos que en el futuro vamos a ocupar los espacios estratégicos fundamentales en el desarrollo del país. Por eso los jóvenes debemos tener una participación activa y directa en todas las esferas de la sociedad, sobre todo en los sectores productivos».
Agrega que «para llegar a los jóvenes hay que hablar con el lenguaje de ellos. Hay que hablar con un lenguaje de hoy y no con los discursos vacíos. Es necesario comprometerlos con lo que hacemos. Es necesario sensibilizarnos con las cosas que les interesa».
En un país que necesita de las nuevas generaciones para avanzar, historias como la de Maday Peña transmiten buenos presagios de lo que traerá el futuro. Mientras tanto, ella contribuye con manos, mente y corazón allí, donde su pueblo la necesite. (ALH)
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