PLACER Y DEBER
Por Yasnier Hinojosa/DECOM
Al placer se despiertan los hombres solos. Al deber ha de haber quien les toque en la puerta todos los días ( José Martí.OC T III.126).
El atavismo de colocar una flor en el busto de Martí se vuelve hoy deleite, no es el primer rostro juvenil que observo en estos días realizar similar gesto; y es que “al placer (lo dijo él mismo) se despiertan los hombres solos…”
Quizás más que una práctica enseñada desde los primeros años de vida, el aproximarse a esa esfinge del magnánimo, es la manera hermosa de buscar respuestas de quien representa la idea del bien.
Martí, en cada acercamiento, como es ese misterio que acompaña a cada cubano, deja de ser el rostro de yeso o piedra, cobra vida, para señalar el camino y tocar la puerta, pues posee toda la autoridad moral para servir de faro, e indicar cuál es el deber.
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