Etapa Post Covid, prevención y autorresponsabilidad ciudadana.
Por: Miladys Moreno Sesé/ DECOM
El 22 de junio los matanceros recibieron la grata noticia de que entrarían, a partir del día siguiente, en la primera fase de la etapa recuperativa Post Covid 19. Con esta declaración, Matanzas se sumó a las 13 provincias, además del municipio especial Isla de la Juventud, que no reportaban casos de contagio de la enfermedad por más de 15 días. Una nueva normalidad describiría la cotidianeidad de los cubanos.
El momento esperado por todos llegó, la preocupación, la angustia y el temor, fueron quedando atrás. Poco a poco, se vio a un anciano en el parque tomando el sol, a un niño visitando museos y galerías, algunos regresando a su trabajo, otros retomando consultas médicas; y despertó la dinámica en la ciudad con la activación del transporte en la ciudad. Poco a poco, de forma paulatina, volvía la normalidad.
Una vida normal, que según el Dr. Durán, exige de la acción preventiva y la autorresponsabilidad de cada ciudadano. Velar por el cumplimiento de las medidas higiénicas sanitarias tanto en el trabajo como en el hogar, utilizar el nasobuco en lugares donde haya aglomeraciones y mantener el distanciamiento social, constituyen primicias para que se mantenga un escenario favorable en nuestro país, ante el actual contexto en que el mundo reporta más de 12 millones de personas contagiadas y 580 000 fallecidos.
Con la entrada del mes de julio, las provincias que transitaban por la primera fase, pasaron a la segunda. Continúa la apertura paulatina de servicios para la población e inician los festejos por el inicio del verano. La juventud aprovechará este momento para disfrutar todo de cuanto se privó durante la etapa de máximo aislamiento social, pero resulta necesario que lo hagan con responsabilidad y disciplina. Les corresponde entonces, a los adultos de la casa, hacerles ver que en la confianza está en peligro.
No se puede echar por tierra todo el esfuerzo realizado por el personal de la salud para que hoy la población cubana pueda gozar de este verano y vuelva a visitar, como siempre, a familiares y a amigos. Bajar la guardia solo condicionaría un rebrote de la enfermedad, un escenario al cual nadie desea volver.
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