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La pincha del universitario

La pincha del universitario

Redacción: Shavelly González García, Ernesto Arturo Santana y Loretta Cintra Stimo/TV Yumurí

Ser estudiante universitario implica un cúmulo importante de desafíos y decisiones, tanto a nivel personal como social. Hoy más que nunca, estos retos alcanzan gran visibilidad, dado que el reordenamiento monetario ha traído consigo una abismal escasez e inflación y ante tales circunstancias, muchos deciden abandonar el difícil camino, mientras que otros optan por estudiar y trabajar a la vez.

Aunque en muchos países los jóvenes ejercen un oficio a la par de sus estudios, en Cuba esto parecía ser un fenómeno poco explorado hasta hace algunos años, si hablamos de estudiantes que cursan la modalidad diurna.

De acuerdo con el artículo 31 del Código de Trabajo, los alumnos de cursos diurnos mayores de diecisiete años pueden contratarse a tiempo parcial en los períodos docentes, sin afectar sus horarios de estudio, o en jornada de vacaciones.

Para apoyar este proceso, la Universidad de Matanzas propone las plazas de auxiliar técnico en la docencia en el departamento de redes y técnico en servicios de la información en la biblioteca y en las Facultades de Ciencias Técnicas y de Idiomas.

Leyda Finalé de la Cruz enfatiza en las oportunidades laborales.

Asimismo se les oferta empleo en seguridad y protección y pueden optar además, por impartir clases en escuelas secundarias o preuniversitarios con el Contingente Educando por Amor, explicó, Leyda Finalé de la Cruz, rectora de la Universidad de Matanzas.

Si bien se les permiten algunas facilidades, lo cierto es que la mayoría de los que laboran lo hacen para el sector privado, pues generalmente reciben una remuneración superior.

“Con el tiempo la cifra de estudiantes que optan por el pluriempleo ha ido en ascenso. El surgimiento de las nuevas formas de gestión no estatales ha sido otro punto importante en este sentido, al ofrecer alternativas más flexibles en cuanto al tiempo que se le debe dedicar”, declaró Neylén García de León, Decana de la facultad de Ciencias Económicas.

La decana de la Facultad de Economía habla sobre los diferentes empleos por los que optan los jóvenes.

Estudiar es gratis, pero cuesta

El artículo 73 de la Constitución de la República de Cuba plantea que el Estado garantiza servicios de educación gratuitos desde la primera infancia hasta la enseñanza universitaria de posgrado. Sin embargo, los estudiantes necesitan dinero para la transportación, la alimentación, ocio y otras necesidades personales, gastos que ellos o sus familiares deben costear.

Alejandro López Quintero es estudiante de tercer año de la carrera de Periodismo y comenzó a trabajar en uno de los quioscos de la universidad desde que inició el primer año.

“Con el paso del tiempo uno se da cuenta que necesita ayudar económicamente a la familia, todos sabemos la crisis financiera por la que atraviesa el país y estudiar en una universidad requiere muchos gastos.”

Alejandro tiene un contrato con la emisora provincial, y a la vez labora en una cafetería particular en las tardes de lunes a sábado.

No todos los estudiantes buscan desahogo económico en el sector no estatal. Algunos aprovechan las oportunidades de contrato legal gestionado por la Universidad.

Tal es el caso de Gabriel Rodríguez Delgado, quien cursa el segundo año de Licenciatura en Educación Artística y ejerce como profesor de dicha asignatura en la Secundaria Básica Protesta de Baraguá.

Al ser residente del municipio Pedro Betancourt, Rodríguez es uno de los tantos estudiantes que se encuentran becados en el centro y batallan contra la inflación para “sobrevivir” cada semana.

“Gasto semanalmente alrededor de mil pesos, dinero que no pueden darme mis padres cada semana, debo trabajar para eso”, comenta Gabriel.

“Pago cada semana trescientos pesos en transportación, 150 en cada viaje de ida y de vuelta. La misma universidad nos otorgó esa facilidad, de lo contrario sería un poco más costoso”.

Con la intención de facilitar al menos uno de los puntos claves, el transporte, la Mipyme Viajes Dickinson presta servicios con precios módicos a los alumnos y profesores de la Universidad de Matanzas.

“Nuestra red urbana realiza más de 11 salidas diarias, en las que logramos transportar más de 850 personas, y la suburbana que funciona los viernes, domingos y lunes, cuenta con más de 15 rutas y conecta a la Universidad con todos los municipios” , alegó Damián Dickinson, fundador de la empresa privada y profesor de la Facultad de Agronomía.

Dickinson vela por el transporte universitario desde sus tiempos como estudiante del centro.

Indiscutiblemente es el factor económico uno de los principales móviles por los que muchos estudiantes han adquirido un nuevo estilo de vida.

Entre la Universidad y la pincha

¿Qué sucede cuando se entrelazan la responsabilidad del trabajo y la etapa de exámenes? Llegado este momento los jóvenes deben duplicar sus esfuerzos y hacer una adecuada gestión de su tiempo, aunque parezca casi imposible.

“En algunas ocasiones aprovecho los minutos libres que tengo en el trabajo para responder las guías y estudiar”, mencionó Daniel García Núñez, estudiante de segundo año de Cultura Física que trabaja en una cafetería particular.

Daniel trabaja durante los fines de semana y los periodos de clases no presenciales.

“Es difícil llevar las dos cosas al mismo tiempo, uno siempre busca cumplir con todo. Trato de entregar todas las tareas, y a la misma vez no faltar o llegar tarde al trabajo, porque de eso depende mi salario.”

La rectora de la UM planteó que en el caso de no lograr con éxito ambos compromisos, los jóvenes pueden solicitar al terminar el año la modalidad a distancia o de curso por encuentros, que se aprobará de acuerdo con el fundamento de las problemáticas presentadas.

“Se debe articular correctamente lo formativo con el escenario en el que los jóvenes se desenvuelven actualmente por determinada necesidad financiera, apoyo a la familia o independencia personal“, afirmó.

Vincular la vida laboral y la estudiantil se torna un proceso complejo para el cual se necesita mucha sensatez y disposición por parte del estudiantado.

No renunciar a sus metas profesionales hacen que se exijan más cada día.