Estar ahí, donde son más útiles

Ante el incremento de casos positivos a la Covid-19 regresó la también presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria con el ímpetu juvenil que contagia.

Pero a Maureen apenas la puedo reconocer. Lleva puesto sobre su cuerpo los trajes necesarios para luchar contra el terrible virus. Solo tras la careta se notan sus preciosos ojos.

“Las mejores sonrisas no tienen barreras” escribió en la red social Facebook.

Al ver las fotos su mamá Miriela Pérez saltó de alegría y orgullo. Detrás de la delicadez de su hija se esconde una guerrera sin miedo.

“Quien la mira podrá o no identificarla, yo que soy su madre, totalmente. Su mirada expresiva que trasmite mucho, su forma de pararse bien firme. Escondida detrás de toda esa vestimenta la veo y la siento a sus anchas, realizada, con deseos de liquidar totalmente a este bicho maldito que ha quitado tantas vidas, dándole ánimo a los que cuida diariamente y sobre todo cumpliendo una vez más con la tarea que le ha sido encomendada. Ay Maureen ! vivimos orgullosos de ti, cuídate mucho , pronto estaremos juntos».

Y es que la esperanza de ese reencuentro mantiene en alto a la joven que detrás de los muros de la universidad ve a los pacientes y recuerda cuando su madre fue uno de ellos.

“¡Ay mamá!Cuando fuiste tú una de las pacientes la vida me enseñó que todo lo que haga es poco, Cuba lo necesita, lo necesita el mundo y lo que hacemos aquí va más allá de cualquier convicción, tú me enseñaste que hay que ayudar siempre a todos y yo solo intento eso. Siempre, de principio a fin, todo lo que hago es por ti”.