Joaquín Aramis García Dihigo, un hombre que respira ciencia
Por:Ángel Darían Santa Cruz /ACN
La mente constituye un mundo lleno de fascinantes ideas que hace que los hombres en la vida escojan el camino a seguir, en correspondencia con sus habilidades en busca de desandar en ella los más incógnitos recodos y obtener las respuestas que por siglos colman sus inquietudes.
En esa indagación por el saber se sumergen aquellos que con mayor osadía escogen el camino de las investigaciones con el objetivo de saciar sus intrépidas y voraces dudas, tal como sucede con Joaquín Aramis García Dihigo, un hombre que respira ciencia y con antepasados que constituyeron una guía en el mundo en el cual habita.
Con un bisabuelo como Juan Miguel Dihigo, quien fuese miembro de la Real Academia de la Lengua Española, un abuelo de nombre Mario Dihigo, fundador de la Primera Revista Científica de Matanzas y progenitores de renombrado conocimiento intelectual, la ciencia para Joaquín se encontraba impregnada en su ADN.
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Graduado de Ingeniería Industrial en la entonces Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos en 1980, hoy Universidad de Matanzas, desde quinto año de la carrera se incorporó a la docencia en la casa de altos estudios como parte de sus primeros pasos en busca del desarrollo científico y profesional.
“Desde joven me gustó adentrarme en el camino de las investigaciones en las ciencias. Como profesor en la universidad he impartido docencia en varias asignaturas pero tengo un amor especial por la salud ocupacional, especialmente por los temas referentes a la ergonomía, por eso digo que ella es mi esposa y las demás son mis novias”.
En 2017, fruto de la entrega, dedicación y prominencia de sus estudios, obtiene el Grado Científico de Doctor de 2do nivel o Doctor de Doctores, tercero en obtenerlo en Cuba en la especialidad de Ingeniería Industrial. “Tengo la dicha de ser tutor hasta la fecha de nueve Doctores en Ciencias de diferentes nacionalidades y con temáticas variadas y ser reconocido por mi trabajo en Brasil con el título de Comendador, distinción que se otorga a personalidades que hayan influido en el desarrollo de esa nación, lo cual es un gran orgullo”.
Su larga trayectoria en las ciencias se avalan en logros como la obtención de la Patente # 36 200, Clasificación Internacional A61B 5/16 referente a Diseño, Construcción y Validación de un nuevo equipo para valorar Fatiga Mental, Frecuencia de Discriminación Cromática, participación en más de 70 eventos científicos y más de 10 libros publicados.
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Desde la instauración en el año 2020 de la filial de la Academia de Ciencias de Cuba en el territorio funge como director de la misma, amparado por una amplia experiencia científica, además de ejercer como Coordinador del Programa Territorial de Encadenamiento Productivo.
“Para seguir desarrollando la ciencia es clave que todo cuanto se haga en materia de innovación no se guarde en una gaveta, llevarlo a la práctica significa tener posibilidades de crecer económicamente”.
Amante fiel del deporte conocido popularmente en Cuba como Cancha, a sus 64 años mantiene su práctica sistemática en recuerdo de sus años de juventud, en los cuales el camino del deporte y la ciencia iban tomados de la mano pero las ansias de investigar pudieron más que la adrenalina que brota del golpeo de una pelota.
Joaquín Aramis García Dihigo constituye un ejemplo de saberes, sus títulos no opacan su sencillez, su desdoble a la hora de entablar comunicación hacen olvidar por momentos a quienes lo conocen que es un hombre que respira ciencia.
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