A 60 años de haber ganado la pelea del pueblo cubano contra el analfabetismo
Por: Elmys Escribano Hervis
El periódico Revolución, anunció el 27 de septiembre de 1960, que: “nuestro pueblo se propone librar su gran batalla contra el analfabetismo, con la meta ambiciosa de enseñar a leer y escribir hasta el último analfabeto en el próximo año, y con ese fin, organizaciones de maestros, de estudiantes, de trabajadores, es decir, todo el pueblo, están preparándose para una intensa campaña y Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses pueda decir que no tiene un solo analfabeto.”
Así fue, se demostró la incuestionable vitoria el 22 de diciembre de 1961. La Campaña de Alfabetización fue una gran batalla ganada por el pueblo a base de sacrificios, organización y humanismo. Ante todo, fue un proceso de participación popular, quizá uno de los mayores procesos de participación popular que hemos vivido en Cuba. Se lanzó la consigna: “Si no sabes, aprende, si sabes, enseña” y la mayor parte de la población: estudiantes, maestros, artistas, amas de casa y personas de todos los sectores participaron voluntaria e incondicionalmente en la Campaña.
Otras razones que garantizaron el éxito fueron, por una parte, la atención que le prestó la máxima dirección del Estado y la Revolución (Fidel, el Che, Armando Hart). Por otra parte, desde el inicio se diseñó, el llamado seguimiento, de modo tal que la alfabetización solo fue un preámbulo para el avance sostenido del acceso a la educación y la cultura a todos los cubanos. Después vino la organización de la educación de adultos y posteriormente la lucha por el 6to grado.
Esta batalla consagró el talento y la integridad del pueblo cubano, pues la aniquilación del analfabetismo se hizo en el contexto de la influencia de la Alianza para el Progreso, iniciativa imperialista creada en el gobierno de J. F. Kennedy, que sustentaba una injerencia encubierta en los países del tercer mundo. Por tanto, alfabetizar, más allá del universo de la escritura y la lectura, era ilustrar, humanizar y dar armas culturales al pueblo para su independencia. Tampoco habría que olvidar que en medio de la Campaña ocurrió Girón con todo lo que significa e implica para nosotros y para el mundo.
A 60 años de aquella contienda nos encontramos ante desafíos más complejos, en los que como en aquel momento se requiere, ante todo, de la unidad del pueblo, se necesita continuar desarrollando a planos superiores la educación y la cultura, y con ello, el talento y la eticidad de todos los cubanos.
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