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Manos que crean con la seda

Manos que crean con la seda

Abanicos, collares, vestidos, muñecos y jabones, confeccionados con las manos de diferentes artesanos del país, demostraron que se pueden crear artículos de calidad con los materiales de la seda, en la expo-feria realizada en el taller de diversificación de productos artesanales en la Sericultura.

La Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey (EEPF-IH), considerada un referente de esta actividad en el país, propició este primer encuentro destinado a promover el uso de los hilos y los capullos de seda entre los artesanos cubanos, para lograr colaboraciones experimentales y comerciales.

En la expo-feria se evidenció la variedad de bisuterías, tejidos y productos cosméticos artesanales que se pueden fabricar con los materiales de la seda.

Una veintena de participantes de La Habana, Matanzas, Sancti Spíritus, Mayabeque y Artemisa, que previamente compitieron en el concurso convocado por ArtSeda (marca registrada de Indio Hatuey), recibieron capacitación durante varios días. De esta manera profundizaron en conocimientos acerca de la seda y su manejo.

Desde el periódico Girón conocimos los resultados de la cita, que marca un punto de partida para el desarrollo de un mercado de la seda en Cuba, y las experiencias de mujeres creadoras.

DESCUBRIENDO UN ARTE MILENARIO

Entre exposiciones, conferencias, talleres y desfiles de moda, transcurrió el evento que contó con la representación de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas, el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), la EEPF-IH y el Instituto Nacional de Tecnologías Industriales de Argentina.

Dayron Martín Prieto, investigador del Grupo de Sericultura de Indio Hatuey.

Dayron Martín Prieto, investigador del grupo de Sericultura de la institución, expresa que se impartieron lecciones sobre los elementos esenciales para la crianza del gusano bombyx mori y la obtención de los principales materiales de la seda: sus proteínas, el hilo y el aceite de las crisálidas.

Además, se abordaron otras temáticas como el desgomado y la torsión del hilo, el uso de tintes naturales y químicos, la manipulación de los telares, la elaboración de bisuterías, tejidos, cosméticos y amigurumis (tendencia japonesa que consiste en tejer pequeños muñecos mediante técnicas de crochet o ganchillo), así como productos de la medicina natural con materias primas de la cadena serícola.

“Aspiramos a que el material, en un futuro no lejano, sea de uso común a partir de la crianza del gusano y el cultivo de la morera, planta de la cual se alimenta, e incluso pueda obtenerse localmente en las comunidades donde el tejido y otras variedades de trabajo artesanal constituyen tradición”, resalta el experto.